viernes, 29 de marzo de 2013

10 mitos de las dietas



LOS 10 MITOS SOBRE LAS DIETAS

Santiago Ruiz G

Todas las personas han hecho alguna vez una dieta pero pocos la han hecho con la asesoría de un profesional. Hacer planes de alimentación basados en las creencias comunes, es un riesgo para la salud y no asegura bajar de peso.

Los siguientes son los mitos más frecuentes sobre los planes de alimentación para bajar de peso. Tenga en cuenta que bajar de peso puede representar un riesgo para la salud por eso es importante hacerlo de forma saludable.
  1. Hacer dieta es aguantar hambre.
    Este es uno de los principales mitos. Una dieta, o un régimen alimenticio saludable no debe causar hambre. El hambre es un signo que muestra que el cuerpo necesita energía, si se siente hambre es porque no se están consumiendo suficientes calorías. Una dieta bien diseñada debe permitir que la persona baje de peso sin sentir hambre.
2.Porque no bajo de peso si yo como muy poco? 

Comer poco no garantiza perder peso a largo plazo. Generalmente esta conducta hace que la persona baje de peso rápidamente pero en muy poco tiempo lo recupere. Por el contrario, la forma ideal para bajar de peso es  comer frecuentemente, esto significa comer cada 3 horas, o mínimo 5 veces al día. Esto significa que es importante no saltarse ninguna comida. Frecuentemente se encuentran personas que no comen a la hora del desayuno y esto, en cambio de lo que se puede pensar, es un limitante para bajar de peso.
3. Eliminar todas las harinas permite perder peso. Todos los grupos alimenticios son importantes para una buena nutrición. Basar un plan de reducción de peso eliminando las harinas puede causar problemas de salud. Y aunque si puede ser una solución para bajar de peso inicialmente, a largo plazo se recuperara. Adicionalmente si se suspenden las harinas por un tiempo, puede causar una intolerancia a las harinas en un futuro. Algunas dietas eliminan por completo las harinas y basan la alimentación únicamente en alimentos altos en proteínas, aunque estas dietas son muy comunes, deben hacerse con mucho cuidado y con la asesorìa de un especialista. el principal riesgo de las dietas basadas en proteínas es causar daño en los riñones.

4. Existe una vacuna para adelgazar. 

El termino vacuna se usa para identificar medicamentos que previenen una enfermedad. Por eso el termino "vacuna para adelgazar" no es correcto. En los últimos años se ha promocionado un producto con esta denominación, pero realmente no existe ninguna evidencia que pueda mostrar científicamente que funcione. Se piensa que estos productos permiten bajar de peso por las dietas y los medicamentos que se recomiendan usar cuando se pone "la Vacuna" pero no por las supuestas propiedades o efectos que tiene la inyección. Recuerde que todo producto debe tener un registro INVIMA y estar fabricado por un laboratorio de trayectoria reconocida.

5. El aumento de peso es por mal funcionamiento de la tiroides.  

La tiroides es una glándula que puede causar aumento de peso si su función esta alterada, pero no todas las personas que tienen sobrepeso tienen alteraciones en la tiroides. Existen tratamientos que ofrecen bajar de peso mediante la toma de medicamentos que controlan la tiroides. Someterse a estas dietas es un gran riesgo para la salud, puede causar graves consecuencias hormonales a largo plazo. Si la persona sospecha que la causa de su sobrepeso es por el funcionamiento de la tiroides, es recomendable que tenga una valoración con un endocrinólogo,  quien es el profesional indicado para valorar estos trastornos y decidir si es necesario tomar algún tratamiento.

6. El agua de alcachofa y el agua de rábano adelgazan. 

Estas dos sustancias son diuréticas, lo cual significa que aumentan la cantidad de orina que se elimina. Al eliminar líquidos se logra bajar de peso por un corto tiempo, pero se logra forzando el funcionamiento del riñón, lo cual puede causar problemas renales crónicos. Adicionalmente el rábano cambia los niveles de yodo lo cual a largo plazo puede traer problemas de tiroides.

7. Al terminar una dieta el cuerpo vuelve a ganar el peso perdido. 

Esta afirmación es verdadera, al terminar cualquier plan para bajar de peso, el cuerpo trata de volver a su condición inicial en lo que se conoce como un efecto rebote. Por eso es importante una etapa de mantenimiento posterior para que el cuerpo mantenga el peso perdido. Entre mas rápido se haya perdido peso mas rápido se va a recuperar por eso, un buen plan de adelgazamiento, debe ser un planeado para perder peso lentamente y en un periodo de plazo largo.

8. Las fajas permiten bajar de peso. 

El uso de fajas no cambia la cantidad de tejido graso que tiene una persona por lo cual no son métodos de adelgazamiento. Algunas fajas por efecto de calor pueden deshidratar a la persona y hacer que se elimine liquido. Pero no es un método recomendable y no es una forma de perder definitivamente peso.

9. Los productos light o libres de grasa adelgazan. 

Realmente lo que pasa con estos productos es que engordan menos, pero no tienen propiedades que permitan perder peso. Los productos bajos en grasa o bajos en calorías deben ser consumidos de forma racional, si se come, por ejemplo, varios dulces light, seguramente va a consumir mas calorías que si consume solo uno normal. Tenga en cuenta que existen algunos edulcorantes que están cuestionados, como el aspartame. Prefiera productos endulzados con Estevia o Esplenda.

10.El Te verde adelgaza.  

No hay estudios definitivos sobre la reducción de peso y el te verde. Se sabe que el te verde puede aumentar un poco el metabolismo mediante el aumento de la temperatura corporal.  realmente no es algo milagroso. Algunos tipos de te, producen diarrea, lo cual obviamente deshidrata a la persona y hace perder peso. Cualquier consumo elevado de estas sustancias tienen riesgos para la salud.

RECOMENDACIONES

Antes de iniciar un plan de alimentación para bajar de peso tenga en cuenta:
Consulte con un especialista.
Coma cada tres horas y no se salte ninguna comida.
No elimine ningún tipo de alimento, coma de forma balanceada.
Póngase metas a mediano y largo plazo. Si baja rápido de peso es mas probable que lo recupere rápidamente.
Acompañe siempre una dieta con una rutina de ejercicio.
No crea en la "dietas milagros" ni en los " productos milagro"

jueves, 28 de marzo de 2013

10 Mitos en Cirugía Plástica

MITOS EN CIRUGIA PLASTICA.

Santiago Ruiz G.

Existen mitos sobre la especialidad que no son verdaderos y causan confusión a los interesados en el tema. A continuación 7 mitos que pueden aclarar dudas sobre el tema

 1. Se pueden Quitar las costillas para definir la cintura?
NO.
Algunas personas piensan que es posible quitarse alguna de las costillas para marcar la cintura, incluso hay mitos con casos de personas famosas que lo han hacho. Sin embargo esta cirugía no existe y realizarla sería un procedimiento muy complicado y que dejaría cicatrices muy visibles.

2. Existen “hilos” para levantar la cola ?
NO.
Los tejidos de los glúteos son muy pesados y no es posible lograr que unos hilos quirúrgicos puedan suspenderlos para lograr levantar la cola.
No existe ninguna técnica reconocida que permita mejorar la posición y la forma de los glúteos por medio de hilos u otros materiales.


3. El LASER es lo mejor y lo más avanzado
NO.
El LASER (por sus siglas en inglés de amplificación de luz por emisión estimulada de radiación),es una de tantas herramientas que se usan en medicina. El primer LASER se construyó en 1960 y a partir de ese momento se han creado diferentes tipos y se han encontrado diferentes aplicaciones en medicina. En cirugía Plástica la palabra LASER muchas veces se emplea como “gancho” para atraer pacientes, pero realmente no existe ninguna técnica actual en las cirugías plásticas que use el LASER y que haya demostrado una ventaja frente a otros métodos. El uso del LASER en liposucción es todavía muy controvertida y muchos cirujanos que la usaban hasta hace unos años, actualmente no la emplean porque no representa ninguna ventaja frente a otras técnicas.
La única aplicación de esta tecnología en la especialidad es en depilación definitiva y en problemas de la piel.

4. La toxina botulínica (Botox (R)) desfigura la cara.
NO.
La toxina Botulínica es un medicamento de presentación líquida y se absorbe completamente, no se acumula. Su efecto es como relajante muscular y disminuye la fuerza de contracción de los músculos. Por esta razón, cuando se usa con fines estéticos, logra desaparecer o atenuar las arrugas de la cara. 
Por esto mismo se entiende que no desfigura la cara, no cambia los volúmenes de la cara y no tiene efectos acumulativos. 
Por lo general las personas que tienen cambios de volumen y complicaciones por usar sustancias en la cara, se han sometido a otro tipo de tratamientos o “inyecciones” como  biopolímeros.
La toxina botulínica tiene muchas aplicaciones no estéticas en otras especialidades como en neurología, urología y ginecología.
No se recomienda aplicarse ningún tipo de relleno en la cara, como biopolímeros, colágeno o silicona entre otros.

5. Los implantes de seno se rompen si se viaja en avión.
NO.
Los implantes de seno o prótesis mamarias, están diseñadas para soportar altas presiones. Volar en avión no “estalla” las prótesis. Prueba de esto es que las mujeres que tienen implantes pueden practicar deportes como el buceo y el paracaidismo que someten a las prótesis a mayor presión. 
Aunque los implantes no son irrompibles, una mujer con implantes en los senos no queda con limitaciones de actividad física.
Se calcula que el 1% de los implantes se pueden romper, lo cual no representa nigua urgencia médica, pero si requiere de la atención de un especialista.

6. Se pueden borrar las cicatrices con una cirugía plástica
NO.
Una vez la piel tiene una señal de una herida, no hay ninguna forma de cirugía o tratamiento con cremas que ermita eliminarla completamente. Algunos tratamientos logran atenuarla en alguna medida pero no borrarla en su totalidad. Algunos tratamientos que permiten mejorar las cicatrices y hacerlas menos notorias son el LASER, cremas despigmentantes, masajes, presión con láminas de silicona, o infiltraciones.

7. Después de una liposucción se puede engordar “el doble”.
NO.
La liposucción no garantiza  no volverse a engordar. Para mantener los resultados posterior a la cirugía es importante tener una alimentación sana y una rutina de ejercicio. Es posible que después de un tiempo la persona pierda algo de los resultados pero la creencia de que la persona queda con más facilidad para engordarse es falsa. Pero es bueno tener en cuenta, que cuando se pierde peso el organismo siempre tiene la tendencia a recuperar algo de o perdido, lo que se describe como efecto rebote.

El Hospital del Pasado


EL HOSPITAL DEL PASADO.

Logrará Gustavo Petro Abrir nuevamente el San Juan de Dios?

Santiago Ruiz G.


Entrar hoy al principal Hospital de la historia de Colombia es entrar al pasado. Cada paso que se da, es alejarse de la ciudad. Atrás queda el ruido de los buses y los carros y  se  va enfrentando el silencio del abandono.

En la anterior campaña por la Alcaldíá de Bogotá, el único candidato que tenía dentro de su agenda la problemática del hospital, que tenía un programa claro y viable para ponerlo nuevamente a funcionar era Gustavo Petro. Se abre así una esperanza para ver a esta institución insigne de la salud del país, prestando sus servicios como lo hizo hasta hace 11 años.

Con un sistema de Salud en crisis y  un déficit evidente de hospitales, es difícil ver al Hospital san Juan de Dios abandonado, destruido y sin ningún plan para su futuro. 
Para muchos reabrir sus puertas representa la solución al déficit de instituciones que se enfrenta la ciudad, pero la situación no es sencilla, una serie de conceptos técnicos y jurídicos sumado a una carga laboral multimillonaria hacen que esta no sea una solución sencilla.

Hace 11 años, las calles que conectan los edificios del hospital, estaban llenas de estudiantes entusiastas, pacientes llenos de esperanza y profesionales que juntos formaban una gran ola de batas y uniformes blancos.
Hoy las calles están vacías, no hay estudiantes, no hay pacientes, el alma del hospital ya no está.
Durante muchos años el San Juan fue el principal centro médico y científico del país. Formó a los mas destacados profesionales del país. Era un centro académico de referencia. Hacer parte de su cuerpo médico significaba un honor que se llevaba con orgullo.

Fue fundado en 1635. Sus primeros años de historia corren junto con la historia del país.  En sus pabellones se atendieron a los enfermos de ¨la peste grande de viruela¨ ocurrida en 1783, donde según el libro Historia del Hospital San Juan de Dios, murieron mas de 5000 personas, lo que equivalía al 32 por ciento de la población. 
Prestó sus servicios a los soldados del movimiento comunero en el año 1790.

A partir de 1867 se inició  un proceso de ordenamiento científico que vinculó a la Universidad Nacional. desde entonces   fue la casa de los estudiantes de pregrado y postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia.

Hoy, los estudiantes de la Universidad Nacional no tienen espacio, no tienen identidad, pasan de hospital en hospital buscando oportunidades para aprender. Dependen de los convenios temporales que la Universidad Nacional pueda hacer con la red de hospitales de la ciudad.

En agosto de 2011, 13 años después de su cierre,  se concretó un convenio de la Universidad para que los estudiantes de medicina puedan formarse en los hospitales del Distrito.
Integrar un sistema académico en un hospital no es fácil, implementar programas  de prácticas y actividades para los estudiantes requiere de tiempo y planeación. Hacerlo en un hospital público no es sencillo y se necesitarán muchos años para perfeccionar la metodología de enseñanza.

Los convenios de las facultades de medicina con los hospitales han sufrido cambios. Hasta hace unos años, cada facultad contaba con un centro base, pero ahora, con el cambio en el sistema de salud y la proliferación de facultades de medicina, hay una competencia por encontrar las mejores plazas ofreciendo a los hospitales sumas de dinero a cambio de recibir a los estudiantes.

Luis Javier Cajas miembro del colectivo de estudiantes de medicina de la Universidad nacional, considera que el Hospital de debe abrir. Sus argumentos son válidos y concretos. La red de hospitales del distrito requiere un hospital de cuarto nivel y se debe rescatar el modelo de institución clínica y académica que tenía el hospital. Para Cajas, ha faltado voluntad política. Esta es la única razón por la cual el San Juan no está abierto y su futuro es incierto.

La Academia Nacional de Medicina es uno de los organismos que màs ha estado al tanto de la situación. Sin embargo, es desalentador oir su poco entusiasmo al hablar sobre el futuro del hospital. 
El Doctor Ricardo Salazar, miembro de la Academia es claro en afirmar que no hay voluntad para solucionar la situación. Su mirada lo dice todo. En algún momento de la entrevista hay una pausa, su mirada se pierde. Muy posiblemente por su memoria pasan recuerdos de los muchos años en los que el San Juan fue su casa. 
Tiene la mirada de la experiencia. Salazar conoce el ambiente académico, conoce el sistema de salud. Su larga trayectoria como especialista y como docente se reflejan en las arrugas incipientes de su rostro. Después de meditarlo un poco, y como tratando de encontrar una solución, en un tono de voz derrotado confirma que la situación es muy compleja y que los grupos de estudio que recurrentemente se citan para hablar del tema no son suficientes sin la voluntad política para solucionarlo.

Comunicarse con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional para preguntar sobre el futuro del San Juán de Dios,  es enfrentarse al ambiente que hay en todos los espacios sobre el tema. 
El tono amable y receptivo de sus funcionarios, cambia completamente al oir el tema de consulta, e inmediatamente se oye cierta incomodidad y desconcierto. Hay dudas, no se sabe que contestar y finamente después de alguna justificación dificil de entender , explican que el mas capacitado para dar la información es otro compañero, que como siempre nunca aparece.


PATRIMONIO ARQUITECTONICO

La ley 735 del 27 de Febrero de 2002, declaró como Monumento Nacional las edificaciones del San Juan.

La historia del hospital va de la mano con el desarrollo urbanístico y arquitectónico de la ciudad. Ahora en medio de uno de los tantos frentes de obras de la ciudad, no muestra lo que representó en algún momento.

El complejo médico está formado por 21 edificios, son la unión de varias épocas y estilos arquitectónicos. El mas grande es el edificio central,  una mole típica de los años sesenta, 8 pisos, con una estructura de cemento combinado con  el  ladrillo característico de la sabana de Bogotá. 

Las ventanas son rectangulares, simétricas, están rotas, incompletas. No es difícil imaginar el frío que entra por esos poros hacia los pabellones abandonados de edificio.

Su inconfundible nombre, que reposa sobre la estructura de cemento gris a mas de 10 pisos de altura, no se salva al paso del tiempo. No están todas sus letras. 
Posiblemente ahora hacen parte de una decoración interior o descansan abandonadas en algún rincón oscuro del hospital. Seguramente en el pabellón psiquiátrico, donde llegaron por una terrible depresión.

Seguir caminando por el complejo médico es asistir a un museo arquitectónico, la disposición casi perfecta de sus edificios  se hace evidente desde el aire, desde el último piso del edificio central. 


Estructuras de pisos altos, ventanales verticales angostas que se elevan de piso a techo con marcos originales en madera blanca. Sus techos triangulares, que ahora dejan pasar el agua, siguen siendo el punto final de la construcción. como el gran sombrero negro, elegante que complementa un vestido de gala de los años 20. Son estructuras imponentes, con carácter. Resisten a caer, tienen vida propia y permanecen erguidos para contar una historia, la historia de la medicina de nuestro país.

Pero sufren, sufren por el viento frío de las madrugadas, por los inviernos llenos de agua de la capital, por el olvido, por la falta de cuidado.
Ya no albergan a la comunidad científica, se convirtieron, a la fuerza, en la casa de algunos de sus empleados. 
Por que siguen siendo sus empleados. Desde el cierre administrativo del hospital, nunca recibieron una liquidación y por eso, técnicamente continúan siendo trabajadores del hospital. No ganan sueldo, pero hacen turnos. No tienen cargos, pero tienen funciones.



LOS TRABAJADORES


Uno de los principales problemas para despejar su futuro y reabrirlo, es la carga laboral. 
Algunos la calculan en mas de trescientos mil millones de pesos (300.000.000.000) y cada día aumenta más. No se sabe quien pagará estas responsabilidades. La Gobernación de Cundinamarca, la Nación y la Universidad se señalan como responsables.

Aunque el Hospital San Juan De Dios es un hospital privado, en algún momento se consideró que dineros del Ministerio de Protección Social o de la Secretaria de Salud ayudaran a solucionar el problema. Actualmente las dos instituciones consideran que por el carácter privado no es responsabilidad de ellos ocuparse del tema, y al menos por ahora, el estudio de las posibles soluciones no están en sus agendas.


En 2003, la Nación le giró a la Universidad Nacional una cifra equivalente al pasivo laboral  de ese momento con el objetivo de poder saldar esa deuda. Pero, por decisión de las directivas, se prefirió invertir en el acondicionamiento del Hospital Santa Rosa para convertirlo en cede da las facultades de Salud. Con esto, se perdió una oportunidad para ver funcionando el San Juan.

Gustavo Petro calculaba en 2011, que ponerlo  en funcionamiento podía costar Tres Mil millones de pesos ($3000.000.000). De los cuales aspiraba que la Universidad Nacional aportara la tercera parte. 
La reapertura se haría bajo una figura de comodato, como una nueva razón social.


Gran parte del costo de la puesta en funcionamiento depende de la carga laboral de sus empleados.

Muchos de los trabajadores viven en las instalaciones del hospital convirtiéndose en una comunidad de mas de 300 personas que pasan días y noches juntas haciendo del hospital su casa. Transformaron cada espacio en un hogar. Las paredes vacías decoradas con advertencias médicas y cuadros religiosos típicos de un hospital, se remplazaron por afiches comerciales, de ídolos juveniles e infantiles para darle aliento a las decenas de niños que han crecido en este complejo.


Esta situación ha sido reflejada en varios documentales y proyectos de fotografía. Ver como estas familias han adaptado lo que antes era una institución de salud como su hogar, es una escena surrealista. Ideal para artistas y buscadores de noticias.


Sus trabajadores están agremiados en un sindicato que con ayuda de la Central Unida de Trabajadores (CUT) tratan de quemar los últimos recursos para darle vida nuevamente a la institución, o al menos, rescatar los dineros que les corresponden por trabajo.

Su terreno es tan grande  que se podría medir en Hectáreas como se acostumbra en los espacios rurales. 

Su ubicación, lo convierte en un lugar apetecido. Afortunadamente los terrenos pertenecen a la Gobernación de Cundinamarca y tienen un único uso, la Salud. 

Tarsisio Mora de la Central unitaria de Trabajadores CUT, comentaba en 2011, que la actitud del gobierno de dejar fuera de cualquier programa futuro al San Juan de Dios, era parte de una estrategia para convertir este terreno en una zona franca de prestación de servicios manejada por entidades privadas. 

Mora hablaba en tono enérgico, igual que el que acostumbran a tener todos los que piensan que es posible ver nuevamente al hospital funcionando. Ese tono de voz y esa actitud son el producto de años de trabajo y esfuerzo que no han encontrado una solución. 


El pabellón de urgencias está vacío, la gran cantidad de camillas dispuestas a lo largo de sus corredores no tienen uso, se están rompiendo por no ser útiles. 

Por el contrario, en otros hospitales de la ciudad, no hay espacio, los enfermos tienen que sentarse en una silla improvisada o acostarse en el piso frío esperando una respuesta a su condición o a definir su futuro. 

El Ministerio  y la secretaria de salud, han declarado que hay un déficit de camas en la red del sistema de salud en la capital. 
Los 22 Hospitales públicos que conforman la red de hospitales de la ciudad, no son suficientes. 

En el medio de la salud es ya conocida la dificultad para encontrar una cama en una unidad de cuidados intensivos, el San Juan era el Hospital con mayor número de camas de este tipo.
Para pedir una cita de medicina especializada hay que hacer largas filas en la noche para después, tener que esperar varias semanas a ser atendido. El hospital San Juan de Dios tenía mas de 200 especialistas.

Al pasar frente a una de sus edificaciones se ve un discreto aviso de un candidato político de hace varios años. No ganó las elecciones. Posiblemente en su propuesta de gobierno estaba incluido el trabajo para resolver el futuro del Hospital, y por eso alguien que le creyó, dejó su publicidad en esa pared envejecida que no escapa al paso del tiempo.

Durante la campaña anterior a la alcaldía de Bogotá, el tema del San Juan de Dios no estaba en la agenda de los candidatos, se podía pensar que era un tema que había pasado al olvido.
Los medios de comunicación, a pesar de tener la capacidad de fijar temas en la agenda , tambíen se olvidaron del problema.

La única respuesta directa por parte de las campañas era la de Gustavo Petro. Quien por su larga trayectoria en la política conocía el problema. Tenía claro cual había sido el proceso en los últimos 13 años. 
Petro soñaba con implementar una estrategia clara para darle viabilidad al Hospital. 
Al explicar su posición era evidente que creía en su discurso. Con gestos firmes y voz clara lograba convencer a quienes lo escuchaban, había esperanzas.

El hecho de no encontrar sectores preocupados por el tema y menos aún, creyentes en la viabilidad del proyecto, no significa que no debe haber un plan. 
Que va a pasar con la construcción? Que destino se le va a dar al terreno?
Maria Clara Romero en su libro sobre la Historia del hospital, se atreve a citar casos como el del Hospital San Pablo en Barcelona o el san Juan de Dios en granada, donde sus espacios se han convertido en elementos de recuperación urbana convirtiéndose en en un parque o en un pulmón urbano.

Los futbolistas que aprovechan a jugar en los espacios verdes los domingos, se atreven a proponer que se convierta en un lugar de recreación.
Este grupo de deportistas vio en este problema, la oportunidad para encontrar un espacio y practicar su deporte favorito. 
Es un grupo de hombres de diferentes edades, tienen ya sus equipos y uniformes definidos. Al iniciar el partido, los gritos de juego le dan vida al espacio. Se oyen risas y reclamos que logran hacer olvidar por un momento la triste realidad de su entorno. Eso es lo mágico del deporte.


Para la Asociación Nacional de Internos y residentes de medicina (ANIR) la llegada de Gustavo Petro a la alcaldía de la capital, abría nuevamente una posibilidad para ver al San Juan de Dios funcionando y a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, con un Hospital base para todas sus labores académicas y científicas. 
Aunque la posición de la Universidad no es clara, pués se tiene el proyecto de implementar el Hospital Santa Rosa. La voluntad del nuevo alcalde y del Presidente Juan Manuel Santos, quienes, consideran tambíen está a favor de abrir el hospital, es suficiente para lograr encontrar una solución.

Los Bogotanos merecemos rescatar el Hospital ya sea como institución prestadora de servicios de salud, como cede académica o como un centro histórico y cultural. Pero cada día que pasa, las instalaciones sufren daños irreparables, lo cual hará necesario demoler las instalaciones y ver desaparecer parte de la historia de nuestro país.

LOS MEDICOS DE LA GUERRA

LOS MEDICOS DE LA GUERRA
Santiago Ruiz G. 

El conflicto armado en Colombia ha convertido en zona de guerra a los centros de salud y hospitales del país. Pocas veces se reconoce el papel de los profesionales de la salud encargados de atender a las víctimas y pocas veces, el relato del conflicto armado se ha hecho basado en testimonios y experiencias de los médicos convertidos a la fuerza en médicos de guerra.

 “Si lo dejas morir te mato” Un médico intenta salvarle la vida a un integrante de las FARC que llegó herido al hospital. La situación podría ser similar a la de cualquier centro de salud, pero no es común pues en esta ocasión el médico tiene un fusil sobre su frente sostenido por otro guerrillero. La frente del herido esta húmeda por la agonía, la frente del guerrillero tiene sudor por el esfuerzo físico de haber cargado en sus hombros el cuerpo moribundo. Y por la frente del médico, bajan gotas de angustia tratando de salvar la vida de su paciente y la suya propia. “yo sabía que no era una buena forma de empezar el nuevo milenio” cuenta el Doctor Cruz cuando relata la experiencia que vivió en un municipio lejano de los llanos orientales en diciembre 31 de 1999 a las 11 :45 de la noche.

Los últimos años de la década del 90 representaron una etapa de recrudecimiento del conflicto armado. Las FARC estaban fortalecidas económicamente gracias a sus alianzas con el narcotráfico y tenían una zona de protección e inmunidad en la zona de distensión. Su presencia aumentaba en muchos departamentos al igual que la de los grupos paramilitares que empezaban su macabra historia.
Ese fue el marco en el que el Doctor Cruz llegó, recién graduado de una facultad de medicina de la capital, al municipio de San Juan del Sumapáz.
Sabiendo que era zona en conflicto nunca imaginó las experiencias que tendría que vivir a lo largo de sus doce meses de servicio social obligatorio.

Cuando se busca el municipio en la herramienta Google Earth, se resalta una zona de varios kilómetros entre los departamentos de Tolima, Meta y Bogotá. Nombrada como “Sumapaz National Park” podría confundir a cualquier navegante de Google y hacer pasar desapercibida su ubicación estratégica que lo convertía en un corredor importante para el grupo guerrillero. “se rumoraba que era la zona por donde entraría la guerrilla a tomarse la capital” comenta Cruz.

Para llegar al municipio hay que viajar 4 horas por carretera destapada saliendo por la localidad de Usme. El paisaje se enriquece con los fraylejones y lagunas que, con la vegetación, toman colores que se describen como alucinantes. Los paisajes en nuestro país también cumplen la función de calmar por breves momentos la angustia de quienes viven en zona de violencia.

El control guerrillero en la zona era total. El Doctor Cruz recuerda como al llegar con su maleta al hospital, recibió la visita de un jefe guerrillero quien le hizo las preguntas necesarias para poder descartar que se tratara de alguien del ejercito o algún infiltrado paramilitar. No había duda que esa zona era guerrillera.

Jaime Garzón fue Alcalde Menor de ese municipio. El Secretario de Gobierno de la localidad envió un comunicado pidiendo información sobre datos de prostitución en el municipio y Garzón contestó en un comunicado: “lamentablemente aquí solo están las putas FARC”.

Los primeros meses de trabajo de Cruz, fueron en relativa tranquilidad. Cuando la zona está bajo el control de uno de los actores, el contacto con la violencia se limita a atender a la población y a algunos heridos que alcanzan a refugiarse en el municipio. “los guerrilleros se enferman de lo mismo que cualquier otra persona” afirma. Los motivos de consulta son por enfermedades comunes, diarreas, gripas, deshidratación, paludismo y otras más.

Hacer una consulta médica a un guerrillero o a un paramilitar, es una experiencia que se convierte en común. No hay prevenciones, cada médico asume su responsabilidad y lo ve como parte de su trabajo. Carolina, trabajó en 1997 en el Urabá Antioqueño. “Era común atender paramilitares...la consulta se hacía con presión, generalmente llegaban mostrando sus armas y en ocasiones las ponían sobre el escritorio como maniobra de poder... yo nunca me dejé presionar y pensándolo ahora, fui imprudente, me enfrentaba con ellos y les decía que guardaran sus armas que conmigo eso no funcionaba”.

Una experiencia especial es cuando el hospital se convierte en el único refugio para ambos bandos. Carolina recuerda como, cuando había un enfrentamiento entre guerrilla y paramilitares, tenían que acondicionar dos espacios diferentes y separados para atender a cada grupo; “ los guerrilleros heridos entraban por un lado y los paramilitares heridos entraban por otro”, si no se tomaban esas precauciones, el hospital podía convertirse en un campo de batalla.

En su hospital se atendían muchos heridos producto de la “justicia” que ejercían los paramilitares, “llegaban muchos jóvenes con dedos y manos amputadas, al parecer, los paramilitares sabían que eran ladrones y era la forma de castigarlos”.  

Estar en zona de conflicto implica riesgos para todas las actividades y la medicina no es la excepción. Inclusive algunos contratos laborales incluyen una “póliza de riesgo” dentro de sus prestaciones. Cada hospital o centro de salud se asegura de tomar las precauciones necesarias. En algunas zonas se recomienda no dar los fórmulas médicas. Las indicaciones se escriben en la misma caja de la droga, “si encuentran una formula del hospital firmada por un médico, se puede interpretar como que son auxiliadores de la guerrilla” , explica el Doctor Cruz.

Después de unos meses de tensa calma en San Juan, surgió una nueva etapa en el conflicto, el objetivo de la quinta brigada del ejercito era cumplir con la retoma de zonas estratégicas para la guerrilla y se planeó la operación aniquilador II. “La misión de esta campaña consistió en operaciones de ocupación, registro, control militar del área en el área general del Sumapáz para neutralizar los corredores estratégicos y pretensiones de los grupos de las FARC, sobre la capital de la República” según se registra en la página de la quinta brigada.

Con esta campaña, los pacientes del hospital cambiaron, ya no eran los guerrilleros, ya desterrados de la zona. “las dificultades por el clima en la zona se notaban en la tropa, durante muchos días no se podían bañar y las epidemias de escabiosis (piojos) y sarna eran frecuentes en los militares” Las condiciones en que viven las tropas hace que un signo sencillo de enfermedad pueda desencadenar una epidemia en poco tiempo.

Eduardo, otro galeno, trabajó como médico en una base de la armada en 2009. Recuerda como una noche mientras dormía, atendió un llamado. Todos los médicos están acostumbrados a trabajar a cualquier hora de la noche, pero atender un llamado por un signo de rasquiña sólo se hace en la guerra. Este signo representaba la posibilidad de que un soldado tuviera varicela, una enfermedad viral que se contagia rápidamente. No hacer el diagnóstico esa misma noche aumentaba el riesgo de que toda la tropa se enfermara, como cuando tuvo que afrontar un brote de paperas que afectó a decenas de militares.

Las noches del Doctor Cruz eran largas e incómodas. Después de las 6 de la tarde nadie salía en el pueblo. Recuerda que los enfrentamientos eran frecuentes y rápidamente se acostumbró a usar la cama como trinchera y el colchón como cobija para protegerse. Esta costumbre hizo que el impacto de un cilindro bomba que cayó cerca del hospital fuera menor. Cuando se escode el sol la dinámica de la guerra cambia.

Alvaro, médico que trabajó en la base tres esquinas Caquetá en 1991, recuerda que la primera noche salió a fumar, seguramente para calmar la ansiedad de las nuevas responsabilidades que enfrentaba. No tuvo que esperar mucho tiempo para recibir su primera lección; en la guerra no se fuma de noche en sitios abiertos y está prohibido usar ropa de color claro. Estas dos conductas, naturales para un recién llegado, lo convertían en un blanco fácil para el enemigo.

Gabriel trabajó en Cumaral Meta en 1997. Describe como “escalonfriantes” las noches en que oía pasar un avión fantasma, se veían caer las bengalas que identificaban el objetivo y empezaba una cuenta regresiva de lentos segundos para el “bombazo” final que iluminaba la noche llanera.

Eduardo, desde una base de la Armada, vió la misma rutina con los bombardeos en los Montes de María en 2009. Cuando describe esa operación cambia la expresión de su rostro y la acompaña con un gesto de fuerza en sus manos, “era impresionante”. Queda evidente que es una experiencia difícil de olvidar y que muestra el poder de la guerra.

El Doctor Cruz renunció a su puesto en San Juan de Sumapaz y viajó a Lejanías Meta, un Municipio de dominio guerrillero. Con ese cambio tuvo que afrontar otro tipo de enfermedades, ya no se enfrentaba a las enfermedades comunes de las tropas, tuvo que atender los traumas de la guerra. Al llegar al pueblo, el escenario lo decía todo. Calles vacías, algunos sacos de arena de una antigua trinchera en la entrada del hospital y paredes con agujeros de bala que recordaban los enfrentamientos y la toma del municipio.

 Para él no es difícil acordarse de su primer paciente en su nuevo trabajo,“atendí a un guerrillero de unos 12 años con un trauma severo en la mano causado por una granada” A pesar de ser una herida compleja que debía ser atendida por un especialista, fue atendido en Lejanías. Por la organización del sistema de salud los pacientes de Lejanías que requieren de un especialista se remiten a Granada, municipio del Meta dominado por Para Militares. Enviar un guerrillero herido, al Municipio de Granada para continuar su tratamiento, significaba enviarlo a la muerte.

 El hospital tuvo que vivir el cierre del municipio por parte de la guerrilla durante dos meses. “en el Hospital no se sintió el paro, lo único que recuerdo de ese momento, fue que no llegaba más Coca Cola y tuve que tomar Pepsi, creo que todo fue planeado como un atentado contra mi...” dice el Doctor Cruz. mostrando que en las crónicas de guerra no se pierde el humor y algunas experiencias se convierten en motivo de risa.

 En el frente de batalla los alimentos son un botín. Alvaro recuerda como en la base de Tres Esquina se aproximaban a la pista aviones Hércules, y sin aterrizar, abrían las puertas y dejaban caer cajas con abastecimientos. “... de todo lo que caía lo mas apetecido era la Coca Cola...hacíamos fiesta cuando llegaba” Las experiencias mas difíciles son las que tienen que ver con la crueldad de la guerra.

Ninguno de los médicos de este relato estuvo en una toma o una masacre, pero no es difícil imaginar lo que hubiera significado para ellos haber presenciado alguna.

La red de salud del Meta estaba conectada por un sistema de radio. Gabriel médico de Cumaral en 1997, pudo oír la angustia de su colega en Mapiripàn. mientras ocurría la masacre; “...fue escalofriante por que el médico de Mapiripán hablaba por la central de radio, lo podíamos oír en los radioteléfonos de los hospitales...clamaba con angustia y se oían los disparos como fondo...”

 Una madrugada, Eduardo tuvo que ir a los Montes de María y vivir las consecuencias del bombardeo de la noche anterior, “ lo más impresionante es ver como algunos cuerpos quedan clavados en la tierra por la fuerza de la onda explosiva, es imposible sacarlos... pude ver algunos cadáveres con torniquetes improvisados en las piernas...en los últimos minutos de vida, esas personas trataron de controlar el sangrado de sus extremidades amputadas”.

 Una de las responsabilidades que tiene un médico rural es la de prestar la función de médico legista, y por eso tienen que hacer necropsias. Feliciano no hizo ninguna autopsia en ese año, a pesar de estar en una zona de conflicto. La pregunta que se hace es que pasa con los cadáveres de las víctimas?, la respuesta se tiene al hablar con Alvaro y sale otra evidencia de que los ríos de Colombia son grandes cementerios. “...era frecuente que por el río Ortegüaza bajaran cadáveres flotando”.

Eran cuerpos a los que les habían retirado todas las vísceras para reemplazarlas por piedras y así, lograr hundir el cuerpo, pero los peces y la humedad soltaban las cuerdas que cerraban el abdomen y regresaban los cuerpos a la superficie.

 Nicolás es el mas joven de los médicos de este relato. Su experiencia es importante por que muestra lo que puede ser una época de post conflicto. Terminó la universidad en 2003 y eligió un municipio cercano a Villavicencio pensando que la cercanía a una capital lo protegería de la violencia. Pero no fue así, se encontró con un municipio que lo llaman “el municipio milagro de Villavicencio” “..por que todo lo que se pierde en la capital aparece en esa población”.

Es el actual escenario de bandas organizadas que se han formado con grupos de desmovilizados, lo que lo convierte en un lugar de constantes enfrentamientos entre bandas emergentes. En su experiencia presenció ajustes de cuentas y combates, atendió heridos y salvó vidas. En un oportunidad estaba atendiendo a un delincuente y le pregunto de forma ingènua: “...bueno yo le salvé la vida, si nos encontramos en la calle no me va a robar, cierto?” , el paciente le respondió, “ doctorcito, su trabajo es salvar vidas, el mío es robar, usted hace el suyo y yo el mío”.
Esto le recordó como son los valores en la guerra.

 Al cumplir doce meses de trabajo, el Doctor Cruz terminó su año social obligatorio y regresó a Bogotá. No hubo despedidas, no le avisó a nadie que dejaba el cargo; “ ...en esas zonas muchas cosas se hacen en silencio, y siempre me recomendaron ser reservado”.

 Hoy el Doctor Cruz es médico de Urgencias, Carolina es psiquiatra y está esperando su primer hijo, Gabriel y Alvaro son ginecólogos, Eduardo y Nicolas esperan empezar su especialización. Todos tienen una visión diferente del país y entienden la guerra de otro modo, gracias a sus experiencias en zona de conflicto. Como ellos hay cientos de médicos trabajando en zonas de conflicto, tratando de disminuir el impacto de una guerra que afecta a todos por igual.